jueves, 6 de febrero de 2014

Agorafobia


La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad. El término "agorafobia" proviene de las palabras griegas ágora, que significa "plaza", y fobia, que significa "miedo". Literalmente traducido como "temor al mercado". Las personas con agorafobia tienen miedo a los espacios abiertos o públicos en los que pueden presentarse aglomeraciones.

La agorafobia se fundamenta en miedos, pero la mayor parte de quienes padecen este trastorno de ansiedad no tienen un panorama claro acerca de muchos de los síntomas que padecen (tanto físicos como psíquicos) y no reconocen esos miedos.
Sin embargo, tiene un factor en común: el miedo irracional y la sensación de desprotección ante determinadas situaciones.

 Según el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association (DSM), la agorafobia consiste en "sufrir ansiedad al estar en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o en los que la ayuda puede no estar disponible en caso de tener un ataque de pánico o síntomas similares a la angustia." (DSM-IV)

El agorafóbico tiende a evitar situaciones potencialmente ansiógenas, como lo pueden ser salir de casa, usar transportes públicos, ir de compras, comer en restaurantes, entrar al cine, hacer deporte, viajar, estar en lugares públicos o áreas amplias, etc. Estas situaciones pueden representar un grave problema en la vida del agorafóbico, pudiendo llevar a la persona afectada a casi no salir de su casa con el fin de tratar de evitar la gran cantidad de ansiedad causada por el pánico.

La gran mayoría de las personas agorafóbicas experimentan una serie de emociones tales como:

  • Taquicardia.
  • Ráfagas de calor/frío.
  • Calor, sudor, sofoco.
  • Temblores.
  • Ahogo o falta de aire; hiperventilación.
  • Mareo y vértigo.
  • Sensación de irrealidad.
  • Dolor u opresión en pecho.
  • Astenia: fatiga o cansancio.
  • Náuseas, dificultad para tragar, sensaciones extrañas en el estómago (como mariposas en el estómago).
  • Visión borrosa o sensación de ver luces.
  • Pinchazos, calambres, entumecimiento, tensión, piernas débiles, pérdida de sensibilidad, palidez.
  • Sensación de orinar o evacuar, entre otros.
Además, con los síntomas, a todo esto aparecen automáticamente "pensamientos negativos o catastróficos" que por obvias razones, hace que aumente la respuesta fisiológica, convirtiendo su ansiedad en un verdadero pánico, volviendo así un caos la estabilidad emocional del afectado, ya que se siente extremadamente fuera de control y asegura que su estado físico-emocional no terminará y culminará en algo catastrófico (morir posiblemente).

Existen varios tipos de tratamiento de la agorafobia. Los más estudiados y contrastados experimentalmente son el farmacológico y el cognitivo conductual.
El tratamiento cognitivo conductual clásico de la agorafobia se basa en el entrenamiento de las habilidades necesarias para la posterior autoexposición gradual programada del paciente a las situaciones temidas. Hacer una exposición implica una preparación importante del paciente, porque solamente él sabe como evita.



1 comentario:

  1. Conozco a un chico con ese transtorno pero siempre se me olvida que lo tiene. Un abrazo

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