miércoles, 9 de septiembre de 2015

Cansada de que me hagan sentir mal


Ya os he hablado en otras ocasiones sobre el chantaje emocional y cómo procurar afrontarlo, 
pues todos en algún momento de nuestra vida nos hemos visto en esta tesitura 
por parte de alguna persona cercana. 
En mi caso, y no me gusta mucho hablar de ello, siempre ha sido por parte de mi familia.
En un principio era mi abuela, en paz descanse, la que me lo hacía 
y fue toda una tortura durante años. 
Sin embargo, con el tiempo me fui dando cuenta que no era la única que lo hacía conmigo y,
 hoy día, en ocasiones aún me veo sometida a ello. 
Procuro luchar y enfrentarme a este tipo de situaciones y no dejarme llevar por ellos; 
estoy aprendiendo a decir NO alto y claro y no dejarme dominar, pero a veces... 
a una le entran ganas de ponerse a gritar y decir más de cuatro cosas... 
pero claro, no lo haces por respeto. 
Porque esas personas son tus padres y te sientes mal por hablarles de malas maneras. 
Este es mi caso; 
más en concreto con mi madre, que se empeña en dirigir mi vida; 
en decirme en cada momento lo que he de hacer, lo que he de ponerme, dónde ir, 
cómo, cuando, con quien, etc... 
y llega un punto en que ¡¡no lo soporto!! 
Vale que estoy en una especie de crisis existencial en los últimos tiempos 
y no me encuentro a mí misma, 
pero es algo que he de resolver por mi propia cuenta. 
Quizá crea que presionándome me ayuda pero... más bien es al contrario. 
Su insistencia y testarudez pueden conmigo a tal punto que llega a exasperarme. 
No entiende que ya no soy una niña pequeña y que tengo cierta edad como para hacer aquello 
que me plazca sin que estén controlándome todo el tiempo, es agotador...
Todo lo que hago está mal y lo que no, también. 
Os juro que cada día lo entiendo menos. 
No soporto esta presión que, en vez de ayudarme, 
me hace sentir más ahogada e incomprendida.
Lo peor viene cuando llega el fin de semana. 
No suelo salir mucho, y me quedo en casa de tranqui viendo algunas pelis, series,
escuchando música... lo que me apetezca hacer en el momento... 
sin embargo esto parece ser algo que a mi madre no le gusta que haga. 
Y como ella se pasa toda la semana trabajando en el taller, se empeña en salir y hacer cosas, 
lo cual veo muy bien, que en su tiempo libre le guste estar fuera de casa y disfrutar. 
Lo que no entiendo tanto es el empeño que tiene en que sí o sí
yo tengo y debo salir con ellos y, claro, aquí empieza el chantaje emocional. 
A mi no me apetece irme sola con mis padres "por ahí" como suele decir. 
¿Por ahí? Para empezar ¿Dónde es eso? 
Soy una persona que no le gusta salir sin un rumbo, sin saber a dónde, sin una meta u objetivo.
Eso de montarme en el coche y dar vueltas por darlas, no es lo mio, 
¿Hacía dónde voy? ¿Por qué? ¿Para qué? 
No sé quizá piense demasiado pero no le veo el sentido. 
Si quieres ir a un sitio, bien, vale, hazlo, pero ve tu, a mí no me obligues. 
Y claro, para salir de casa en ese plan le digo que NO y ahí 
es cuando empieza a echarme cosas en cara. 
A jugar conmigo. 
A manipularme. 
Antes no me daba cuenta de estas cosas y siempre a regañadientes cedía 
e iba a todas partes, pero ya no. 
He aprendido a plantarme y decir que NO cada vez que no deseo hacer algo, 
no pienso dejarme pisotear más ni manipular. 
Además, no es ni mi deber ni mi obligación sacarlos de casa; 
ambos pueden ir donde quieran sin tener que ir yo con ellos, 
son mayorcitos y han de desligarse de mí de una vez por todas; 
no entiendo esta dependencia que tienen sobre mí; o fijación o... lo que sea. 
Ya estoy harta. 
Aunque tengo que trabajar duro esto,
pues a pesar de no ceder, siempre consigue hacerme sentir mal, 
cada vez menos pero me siento mal y empiezo a calentarme la cabeza,
a darle mil vueltas y a decirme un sin fin de cosas. 
Y es por eso que estoy enfadada y disgustada conmigo misma. 
¿Cuándo voy a aprender a manejar mejor estas situaciones sin sentirme mal? 
¿Sin echarme la culpa y sin sentir remordimientos?
 Tengo derecho a decir No ¿cierto? 
Nadie puede obligarme a hacer algo que no quiero, entonces 
¿por qué me siento tan mal después? 
Estoy cansada de todo esto, yo solo quiero que me dejen vivir en paz. 
Tengo mis movidas como todo el mundo, más mis paranoias y no es fácil para una persona como yo, 
con sus trastornos con los cuales he de luchar y afrontar todos los días, 
como para que estén en casa echándome más tierra por encima...
Hace tiempo que desistí de que me entendieran y así se lo hice saber a mi psicóloga,
 la cual se empeñó en hablar con ellos hace unos meses sobre esto, 
sobre dejarme a mi aire y darme más libertad... 
pues bien, no ha servido para nada. 
Siguen en sus trece y yo cada día más estresada. 
Tan solo me queda que aplicar las técnicas de extinción que me están enseñando 
y procurar aguantar el tren de respuesta por parte de ellos que, 
creedme, no es nada sencillo.
A veces me pregunto... ¿seré capaz?


5 comentarios:

  1. Hola Lunaris, supongo que este es el dilema por el que pasan muchas personas en algún momento de su vida, desear mayor libertad y tiempo para uno mismo. Quizá tu familia crea que desaprovechas el tiempo en casa... Mi opinión es que todos necesitamos nuestro propio espacio y esparcimiento, pero eso no debe impedir compartir otros momentos con los demás, es bueno encontrar un equilibrio y disfrutar de la compañía de tus padres, quienes probablemente no vayan a estar siempre contigo. Me atrevo a darte un consejo aún sin conocer bien tu situación, tú decides si te sirve o no, y es que intentes alternar tiempos para tí, para tú familia y para tus amigos. ¡quien se organiza puede! Y si no te gustan sus planes podrías proponerle otros, sitios que te gustaría visitar, actividades que podáis hacer juntos... no se trata de acompañarles en todo momento sino de mimarlos un poco de vez en cuando y hacerles sentir que aunque no sean perfectos para ti son importantes. Espero que te sirva. Saludos.

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    1. Hola, Alicia. Gracias por el consejo y el apoyo. Es bueno tener otro punto de vista.
      Sin embargo, no es que no les dedique tiempo o hagamos cosas juntos, sino todo lo contrario, al vivir en casa con ellos, es el exceso de tiempo y cosas que hago con, por y para ellos, y por el resto de mi familia (aun estando ellos cada uno en su casa), hasta tal punto de llegar a descuidarme a mí misma (es decir, he olvidado incluso tomarme mi medicación por estar pendiente de ellos, sus cosas y necesidades y he anulado planes y actividades por no decepcionarles) y aun me exigen más.
      No tengo un trabajo remunerado, pero estoy de ama de casa (cocino, limpio, plancho, hago la compra, cuido a mis sobrinos, hago de chofer a todos, etc...) Nada es suficiente.
      Necesito aire, que me suelten la correa y me dejen correr y andar a mis anchas. Tengo una vida, aunque esta sea estar sentada viendo una película (para hacer esto he tomado la opción de irme al cine, aunque sea sola, sino no hay modo) o mirando las estrellas... Si hasta para darme una ducha he de pedir permiso a veces... Si hago esto por qué lo hago y si hago lo otro, también...
      No es por quejarme, de verdad, pero necesito cierta libertad e independencia y no lo entienden, me asfixian y exigen más y más... y yo no puedo...

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    2. Ánimo guapa, seguro que encontrarás el espacio que necesitas. Bs.

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  2. Claro que serás capaz, pero esto cuesta una barbaridad... pero se aprende a ir diciendo no poco a poco, te lo digo por experiencia.
    Ánimo y un besito!

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